-¿sabes si quiera donde estarán?.-pregunta Paul a Joslin
-de acuerdo, pensé que tu lo sabías...-
-¡no es posible!.-inquirió Paul mientras indiscriminadamente se caía de la bicicleta al querer esquivar un pequeño gato negro que ocasionalmente pasaba por ahí...
-¡demonios!.-decía mientras la bicicleta caía deliberadamente al suelo y el gato corría hasta la casa de la señora Hates
-Maldita señor Hates, tiene demasiados gatos, la sobre población sobrepasará los indices de población felina de la ciudad.-inquirió Paul molesto, mientras tomaba su bicicleta del suelo.
-Paul, deberías calmarte, no dices nada que contenga una lógica explícita en todo lo que has dicho.-inquirió Joslin
el resoplo
-tienes razón, soy un desastre, ahora por esto, Mi hermanito menor invitará a la chica que me gusta, y no tengo nada que hacer, ser solo un estúpido intento de Teddy Boy toda mi vida...-
-de acuerdo ¿eso que tiene que ver?.-preguntó ella
-demasiado.-Paul tomó su bicicleta.-vamos.-
-creo que comenzaré a ahorrar un poco...-suspiro Joslin
-¿eh?..-
-apuestas...-
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
-oh, me siento estúpido.-inquirió
-cállate y dame ese cigarrillo.-inquirió ella quitandóselo de los labios
el la miro sonriente
-si querías uno podías haberlo pedido antes.-le guiño el ojos
Marcela se rió de él
-¿no puedes dejar eso no?.-preguntó ella
el se encogió de hombros
-supongo.-
-de acuerdo, no sé porque te ayudo, no tienes remedio John.-
dijo Marcela un poco molesta, al parecer estaba expresando algo de arrepentimiento en ayudar a John, arriesgándose en perder una apuesta;solo por 'ayudar', su estúpido y absurdo sentido de caridad no la iba a ayudar a conseguir un buen vestido para el baile, y su plan se estaba viendo abajo
-debería dejar de actuar cómo cúpido, pero he visto como miras a Scarlet...-
-¿cómo?.-rió él, y aunque lo hiciera ella lo sabia, pero quizá John no estaba listo para aceptar alguna clase de sentimiento serio por Scarlet, no porque no lo hiciera, si no porque él no tenía la capacidad de admitirlo. es por esto que Marcela tubo otra idea, quizá buena.
-John no voy a ayudarte.-
John abrió los ojos como platos, intento no tomarle mucha importancia, rió
-claro Marcela...-
-No la haré.-
el la miro, y rió de nuevo.
-¿porqué?.-dijo entre risas
-no creo que tengas la capacidad para entenderlo.-Marcela acomodo su abrigo de pana y dio media vuelta, intentando alejarse de ahí
John intento procesar esto, y corrió ligeramente hacia su lado
-¡Hey! Marcela, ¡Espera!.-inquirió él
Marcela no hizo caso omiso y continuo caminando como si nada pasase.
John llegó hasta su lado, la tomo por el hombro ligeramente.
-Hey Marcela ¿que fué eso? ¿que te ha pasado?.-preguntó John
ella lo miro de una manera casi indigna, dispuesta a no ayudarle más, le miro aún más intensamente, intentando organizar sus pensamientos, la respuesta era simple y corta, Lo único que John necesitaría para hacer cualquier cosa solo, quizá.
-John, necesitas madurar...-dijo ella, se dio media vuelta y continuo caminando
John le miro al irse, no entendía porque, solo sabía que las palabras de Marcela le rondarían la cabeza el resto del día, y quizá más tiempo.
¿madurar?
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
-no puede ser, a mi también me gusta Elvis, cielos, pero es un maldito secreto.-inquirió Scarlet mientras caminaba de la parada del autobús con Mike
el rió
-no es posible, tienes que jurarlo...-inquirió el de manera sarcástica
ella rió y le golpeo ligeramente en el hombro
-¿lees?.-
-por supuesto, que pregunta es esa.-dijo Scarlet enmarcando las cejas
-¿que lees?.-preguntó
-bueno, por un lado...Oscar Wilde, Jane Austen, Sheakspeare, Lewis carroll e incluso Arthut Conan Doyle y Charles Dickens.-
-esos malditos ingleses.-inquirió Mike, obviamente, Mike no sabía nada, ni tenía una remota idea de estos autores, a lo mucho, quizá conocía uno o dos cuentos de Oscar wilde que su papá le había recomendado, del cual solo recordaba el nombre de 'la impotancia de llamarse ernesto' fué el que leyó, y 'de profundis', que según Mike, cómo tenía un nombre tan raro, iba a ser inentendible a sus ojos. Mike se había pasado acosando a Scarlet, había estado en la biblioteca buscando los mismos libros que estuvieran registrados a su nombre, y dandole una leída rápida a ellos, algunos de estos estaban en casa, así que no era díficil del todo, había un lado díficil ya que realmente la idea inicialmente era de Paul, tenía en su cuarto varios libros que Scarlet leía, y Mike al darse cuenta de esto, los tomaba y desaparecia, así era la mente malvada de un adolecente.
-¿y por el otro lado?.-
-por el otro lado me gusta Edgar Allan Poe, H. P. Lovecraft, Walt Whitman...-inquirió ella no siendo consiente de que había dejado impresionado a Mike y su falta culto-literaria.
-oh...ellos son buenos, esos ingleses.-rió Mike
Scarlet rió un poco más fuerte
-ellos son estadounidenses.-rió
-profundizando internacionalemente leo a Herman Hesse, Antón Chejov, bécquer, Tólstoi, Arthur Rimbaud... he leído un poco de aristoteles, también a Karl Marx...-
Mike no entendía nada, no era su culpa, casi ningún chico de esa edad lo hubiera entendido.
rió nerviosamente, mientras Scarlet recordaba todas esas lecturas maravillosas, que tanto le habían gustado leer en la biblioteca de su padre desde los 9 años había comenzado a leer a los clásicos ingleses cómo Arthur Conan Doyle y sus ' aventuras de sherlock holmes', de hecho, jugaba con Joslin, Joslin cómo Watson y Scarlet siempre cómo el detective Holmes.
Mike quedó perplejo y se sintió, estúpido.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
-¡hola mi querdisímo amigo Jim! ¿como estas?.-preguntó Robin, quién sostenia el telefono con su mano derecha
-muy bien Robin, pero dime...¿a que debo tu inesperada llamada?.-
Robin Rió
-¿no crees que nuestros hijos están planeando algo?.-
-¿algo?.-sonó perplejamente sarcástico.-¿cómo que...? no me había dado cuenta.-
ellos ríeron
-no esta bien que Paul le arruíne la cita a Scarlet.-inquirió Jim
-oh vamos Jim, son niños...-hubo una pausa.-de eso quería hablar...¿que te parecería si arreglamos las citas de nuestros hijos?.-
-¿eh? ahora sí no sé a que te refieres...-
-oh...pues es que había pensado...-hizo una pausa, olfateo la habitación y rápidamente indicó.- eh, Jim, se queman las galletas en el horno, iré a tu casa en un rato y hablaremos, quizá lleve té ¿te importa?.-dijo Robin apurado
-para nada...-rió ligeramente
-nos vemos...-colgó rápidamente el télefono y corrió hasta la cocina...
*-*-*-*-*-*-*-*-*
-Paul...-
-¿sí?
-¡donde rayos estamos!.-
-haber Joslin, te lo explique antes.-dijo Paul tomandola de los hombros.-necesitamos encontrar a Archie.-
-pero ¿para qué?.-
-necesitamos que nos ayude para distraer a Mike, además no sabemos donde estarán.-
-creí que tu lo sabías.-alzó las cejas
-pues eso pensé yo de la misma manera.-dijo Paul mientras dejaba su bicicleta en el jardín de la casa de Archie.
Archie era un chico callado e inteligente, si se podría decir, su casa se encontraba a unas diez cuadras del centro de Liverpool, y era pequeña pero muy linda, color azul pastel opaco, tenía un jardín cuidadosamente podado y una cerca de madera pulida.
Paul tocó la puerta de la casa de archie con un poco de rápidez, su plan era simple, además a Archie le agradaba Joslin, sabía que no podría negar nada mientras ella estuviése ahí.
-Jos, debo decirte algo.-dijo Paul mirandola
-¿eh? ¿que pasa?.-dijo ella
-por favor, sigueme la corriente...-
-¿que?.-dijo ella con el ceño fruncido.
-¿por favor?.-dijo Paul
ella negó con la cabeza...
-me estoy arriesgando demasiado.-
-Joslin, te juro que te deberé mi vida.-insistió Paul, el chico estaba verdaderamente desesperado.
ella suspiro
-de acuerdo...pero esto no será gratis McCartney, me debes un favor.-
el sonrió
-¡lo que tu quieras!.-sonrió
-¿sí?.-preguntó una mujer pelirroja de unos cuarenta y tantos, lucía un vestido largo y rosa.
Paul y Joslin sonrieron ampliamente.
-Buenas tardes señora Hayes...¿esta Archie?.-sonrió Joslin
ella sonrió ampliamente, Joslin causaba siempre una buena impresión a todos, era muy linda chica...
-oh claro que sí, pasen por favor.-sonrió ella
-muchas gracias...-dijeron ellos a unisono
los chicos pasaron y observaron la imensa cantidad de retratos que la señora Hayes tenía...esto podía llegar a ser prácticamente ridículo en un punto.
-en un momento llegará Archie...-sonrió ella.-¿gustan un poco de té?...-
-No, Gracias Hayes, muy amable.-dijo Paul
ella sonrió
-vaya que eres un chico lindo...-dijo ella mirando a Paul.-y tu también eres una chica muy linda.-sonrió la señora Hayes...-te pareces tanto a la novia de Archie...-sonrió ella
Joslin quedó algo perpleja, pero nada fuera de lo normal.
Paul rió ligeramente
-¿ah sí?.-sonrió ella con ademán de seguir escuchando el relato de la señora Hayes
-sí...la chica de la que Archie siempre me habla.-sonrió.- de hecho hay algunas fotos de ella en su habitación.-sonrió
esto era demasiado cómico para Paul, quién pensó no podría aguantar la risotada que estaba a punto de dar.
-es muy extraño, creo parecerme a muchas personas, al menos físicamente; mi padre dice que me parezco a una prima lejana que vive en Islandia, pero la verdad no tengo la menor idea.-
-¡oh querida! no te preocupes, la apariencia no es demasiado importante.-sonrió y hizo un gesto algo raro, se acercó ligeramente a Joslin y dijo
-Pero juraría que eres igual...-la observo cuidadosamente.-lo juro.-
en ese momento Archie ya había llegado a la habitación principal, se paro en seco al ver ahí a esos dos chicos...la verdad, Paul no le preocupaba mucho, pero ahí estaba Joslin Amelie Gray, la chica de sus sueños...vaya suerte la del chico.
Paul lo miró y con un rostro malicioso le sonrió
-te esperabamos Archie...¿cómo has estado?.-sonrió Paul
Archie no articulo palabra alguna, solo podía pensar en Joslin y su entrometida madre que se encontraba prácticamente encima de ella, el tenía esa clase de miedo que uno siente cuando tienes una madre que le encanta hablar del pasado, tus amigos están ahí, escuchando la historia de cómo te caíste de tu resbalador favorito a los tres años, y cómo tu rostro se lleno de lodo, y casualmente siempre tienen una foto de ese momento...casualmente.
ese sentimiento...todos lo conocemos. Archie lo comenzó a tener en ese momento.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
¿madurar? nunca lo hubiera pensado...
quizá que siempre he estado en esa 'zona de confort', es decir, nunca he salido de mi habitual actitud, esto solo me había ocacionado problemas...
Mimí me lo había dicho en tantas ocaciones
y Julia me lo había dicho una vez...
por supuesto que había intentado escucharlas, pero la verdad es que; yo no podía dejar de ser un estúpido. quizá siempre actuó como un estúpido, ese es el camuflaje perfecto para cuando me siento de la mierda.
¿porque me importa ahora? es decir...es solo una chica más, una chica más a la que me he pasado espiando, y eso me hace sentir idiota también.
recuerdo que comencé a leer ese estúpido libro de Oscar Wilde que encontré en la biblioteca, después de que ella lo había dejado ahí, intente devolverlo pero, quise leerlo, quise saber que es lo que ella quería y que le gustaba...nunca me había invadido ese deslumbre por una chica, esa extraña necesidad de averiguar lo que quiere para hacerlo...
ella no era ordinaria, quizá eso era lo que me llamó más la atención de ella.
es hermosa, no lo puedo negar, pero realmente ella es más que eso...ella es cómo algún personaje de uno de esos escritores extraños americanos...¿cómo es que es su nombre?...había leído solamente dos cuentos suyos...tenía un nombre estúpido para mí. el cuento se llamaba Ligeia, y nunca hubiera entendido el concepto real del cuento de no haber pensado en ella al leerlo.
me estoy poniendo estúpido. estas mierdas ocasionan esta clase de cosas...¿a quién engaño? yo no soy así...
¿o no quiero serlo?... quizá solo sea otra chica estúpida, no tengo porque causarme tantas preocupaciones por una chica, solo una chica.
lancé una lata de coca-cola que se encontraba tirada en el suelo, voltee a ver un poco mi al rededor, estaba frente a una especie de tienda vieja, donde había libros y Lp's probablemente buenos.
sin pensarlo demasiado entre ahí.
comencé a ver los Lp's, afortunadamente no había tanta basura como me lo imagine, más bien había cosas buenas...
Elvis Presley, Buddy Holly, Johnny Cash, e incluso un chico latino llamado Ritchie Valens...no había escuchado nada de él, pero no se veía mal. tomé uno de él, revisé mis bolsillos. no traía dinero, claro.
-¡esto es de lo más cool'!.-oí como una voz familiar se acercaba
cielos, no me digas que...
-¡sabía que te gustaría!.-rió
-oh genial, había estado buscando algo así...-dijeron entrando.-es cómo en Paris...solía ir a una tienda así, llamada Les musiques...no sé porque se llamaba así a decir verdad, pero...-
ellos entraron, procure esconderme detrás de los libreros que ahí nos separaban...observe entre un espacio que se encontraba disponible, era mi Scarlet, y Mike el estúpido.
me oculte rápidamente y decidí esperar un poco más...
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